En el momento en el que un bebé comienza a andar, toda la casa debe de adaptarse a las nuevas exigencias del menor, es decir, retirar todos los objetos que puedan ser peligrosos para su salud, eliminar obstáculos y también zonas con esquinas o picos, suavizándolos para poder evitar accidentes innecesarios. De igual manera, el cuarto de baño es uno de los lugares que deberás de adaptar a los niños si quieres conseguir un espacio libre de riesgos.
Antes que nada queremos que sigas el consejo y recomendación de los expertos de no dejar nunca a un niño solo en el cuarto de baño, ya que estaremos cometiendo un riesgo enorme que podría causar un accidente grave al menor, por este motivo, es obligatorio que tengas en todo momento la vista puesta al pequeño que se encuentra en este sitio, incluso si ya ha cumplido más de 5 años, puesto que para ellos puede parecer un juego, pero un resbalón o cualquier otro bote o producto puede ser cogido por ellos y usarlo para jugar o en los peores casos, beberse su contenido.
Por otro lado, si cuentas con muebles de baño, nuestra recomendación es que, aquellos productos de higiene o limpieza que tengas en el interior de los mismos los retires y los pongas en un mueble superior, de esta manera, si por un casual dejas al niño solo un minuto, cosa que, como hemos dicho, no te recomendamos, no podrá acceder a estos productos químicos y intoxicarse, debiendo de ir rápidamente a urgencias. Es aconsejable que en las edades más tempranas o bien cierres las puertas de los muebles con una llave o incluso con pequeños candados, o que los colores a una altura mayor para que no sean capaces de alcanzarlo.
Cuando hablamos de un recién nacido o de un bebé lo más fácil es tener en casa una bañera portátil, puesto que con este elemento podrás adaptar la cantidad de agua, pudiendo controlar mejor al pequeño, sin embargo, cuando va creciendo y ya puede andar por el solo, lo más aconsejable es que se tenga un plato de ducha ya que será más fácil introducirlo sin cogerlo en peso, algo que también facilita a la hora de sacarlo para secarlo, ya que podrá pesar más de 15 kilos y esto al final terminará notándose. Por otro lado, deberás de agregarle una mampara de ducha, ya que si nos descuidamos y dejamos al menor con la alcachofa de la ducha correremos el riesgo de que todo el cuarto de baño termine mojado o incluso que el menor se quiera escapar porque no quiera ducharse (fuente: Asealia.com).
Para evitar, por ejemplo, las barras en las que colgar las toallas que pueden ser un fantástico aliciente para que el menor se intente colgar de ellas, puedes colocar de manera temporal ganchos de pared con los que se consigue que las toallas o albornoces queden fuera de su alcance y de esta manera evitaremos posibles accidentes en el baño.
Otra manera de adaptar el cuarto de baño a los niños es colocarles un escalón para que lleguen al lavabo con facilidad. No cualquier escalón sirve y mucho menos una silla, ya que deberá de estar acondicionada a su altura, como también contar con algunas características, como por ejemplo que puedan tener en la base una zona antideslizante para evitar que, incluso con el suelo mojado se puedan caer.
Por otro lado, además de la adaptación del baño a los niños, tienes que conseguir que, incluso con una edad mínima, puedan comprender que se encuentran en un lugar en el que pueden ocurrir accidentes y por lo tanto, en sus rutinas diarias no pueden jugar o que ciertas partes del cuarto no pueden ser juguetes.
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