Todos los niños necesitan contar con una zona para los juegos y el esparcimiento dentro de su casa, un espacio que acabará convirtiéndose en su favorito de la casa y que se convertirá en el lugar donde más cómodos y seguros se sientan los peques.
Los padres tienen la tendencia de pensar que será necesario dedicar toda una habitación o una amplia zona del salón para ello, pero lo cierto es que no es del todo necesario tener un espacio dedicado única y exclusivamente a la diversión de los más pequeños de la casa. Configurar con éxito un área de juegos para los niños es cuestión de organizarse adecuadamente y de contar con los accesorios más precisos pare este fin.
Si la habitación de nuestros hijos es lo suficientemente amplia, podemos aprovecharla para incluir en ella el área de juegos de nuestro peque. La clave estará en conseguir que el cuarto quede organizado de manera que exista un espacio libre donde pueda jugar. Es algo que conseguiremos con un gesto tan sencillo como pegar la cama a una de las paredes de la habitación, de manera que consigamos ampliar el espacio de suelo libre donde el peque pueda jugar a sus anchas.
Además, siempre es importante ampliar el espacio a través del aprovechamiento de los espacios que queden libres. Es algo que podrás conseguir con cajas bajo la cama, por ejemplo, donde puedas guardar los juguetes después de que dejen de jugar con ellos. De esa manera podrás hacer que la habitación siempre esté ordenada y ahorrarás espacio cuando los juguetes no estén siendo utilizados.
Los niños muestran desde bien pequeños predilección por los lápices de colores y el dibujo, una actividad de la que bien podrán beneficiarse, ya que sirve para fomentar la imaginación y la creatividad. Por ello, a la hora de crear con éxito un área de juegos que quede perfectamente delimitada sea la estancia que sea, podrás incluir en las paredes pizarras.
Te recomendamos que la pizarra sea grande y amplia y, en especial, que quede a una altura adecuada. De hecho, una de las mejores alternativas es hacer que toda una pared esté hecha de pizarra, para que los niños tengan un lugar donde expresarse con libertad.
Una manera de tener la zona de juegos decorada y, además, permitiendo que los niños puedan jugar es poniendo una alfombra infantil. Los padres tenemos que admitir que, hagamos lo que hagamos, nuestros hijos terminarán jugando en el suelo. Por suerte, son muchos los distintos modelos que podrán encandilar a tu peque, haciendo que pase largas horas en el suelo, jugando de manera cómoda y resguardado del frío. Muchas de las alfombras que vemos en AlfombrasInfantilesLavables.com cuentan con recorridos de carreteras que simulan ser pequeñas ciudades, por lo que tu hijo disfrutará jugando con sus muñecos y coches.
Una buena forma de aprovechar todo el espacio disponible del área de juegos es utilizar la altura de la habitación a nuestro favor. Poner estanterías altas donde podamos almacenar todos los juguetes nos servirá para que, sin dejar de tener todos los elementos a la vista, la zona de juegos infantil esté mucho más organizada. Además, no llegará a las zonas más altas, por lo que no tendrá la posibilidad de coger todos los juguetes y organizar el caos en la estancia.
En espacios reducidos, te recomendamos que huyas de los colores vivos, ya que lo único que conseguirás es hacer que sus dimensiones aún parezcan más modestas de lo que son en realidad. Sin embargo, en espacios algo más grandes, te recomendamos que no utilices colores claros y suaves, sino que utilices colores intensos que le aporten vida. A fin de cuentas, ¡se trata de un área de juegos!
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