¿Tu pequeño te ha pedido un disfraz de león? Perfecto. Antes de salir a toda velocidad a la tienda de disfraces más cercana, intenta hacerlo con tus propias manos a través de este sencillo tutorial paso a paso. En realidad, para conseguir que tu pequeño ruja como un temible rey de la selva, solo necesitarás un poco de materiales y un par de horas de dedicación.
Para la base de este disfraz, necesitarás contar con prendas de vestir doradas o en colores crema. Un mono es perfecto, aunque un chándal y una chaqueta o sudadera será más que suficiente.
Ahora selecciona un trozo de fieltro marrón y marca en él un óvalo gigante que cubra desde el pecho hasta el ombligo de tu pequeño.
Una vez que hayas marcado con el rotulador, recórtalo y pégalo al vientre del disfraz con pegamento para telas (también puedes coserlo). En el caso de que utilices un mono, puedes cortar el óvalo de manera vertical para que no interfiera con el cierre.
Para las orejas, utilizaremos nuevamente el fieltro marrón, pero esta vez haremos dos triángulos de puntas gordas.
Seguidamente, con un trozo de fieltro dorado, traza otros dos triángulos, un poco más grandes que los anteriores. Recorta estos triángulos y pega los más pequeños en el centro.
Si deseas un poco más de realismo, puedes unir con pegamento o coser dos triángulos para rellenarlos con fibra de poliéster o cualquier relleno para almohadas.
Al finalizar, cose cada pieza en una diadema de plástico y distribúyelas a cada lado de la cabeza para contar con unas orejas de león muy hermosas.
El primer paso es medir la cabeza de tu pequeño. Con una cinta métrica flexible, coloca un extremo en su barbilla, y rodea la cara pasando por la parte superior de la cabeza hasta regresar nuevamente a la barbilla.
Ahora, con un trozo de elástico, necesitas recortar de acuerdo a la medición realizada, pero dejando unos 2.5 cm menos para que el elástico pueda ajustarse sin dificultades al rostro.
A continuación, inserta el elástico en una banda de forro polar amarillo de unos 5 cm de ancho, y cose ambas piezas.
Luego, recorta otro trozo de forro polar amarillo, dorado y marrón, para obtener pequeñas tiras o flecos (de 10 a 15 cm de largo) que compondrán la melena del león.
Pega las tiras a la banda elástica confeccionada anteriormente (siempre alternando los colores), y para finalizar, cose los extremos del elástico.
Para este paso, utilizaremos nuevamente el forro polar amarillo. Específicamente, necesitarás una pieza de 1 metro de largo por 6 cm de ancho.
Cuando hayas marcado y recortado, tocará el turno entonces de coser los bordes de la tela hasta obtener una especie de tubo hueco.
Similarmente a las orejas, rellena ahora la cola con fibra de poliéster hasta alcanzar el volumen deseado.
Para la punta de la cola, puedes utilizar unas hebras de estambre marrón o realizar pequeños flecos con forro polar marrón.
Finalmente, cose la punta de la cola en un extremo, y del otro lado, sujeta la cola a los pantalones o el mono del disfraz con pegamento o aguja e hilo.
Tu niño ya se parece cada vez más a un tierno león. ¿Qué falta? Pues prestar atención a los pequeños detalles que marcan la diferencia.
Por ejemplo, para cubrir sus manos, puedes emplear unos guantes amarillos, e igualmente, recurrir a unos calcetines del mismo color para sus pies.
En el caso del rostro, te recomendamos que emplees pintura o maquillaje para crear una nariz marrón y tres bigotes en cada mejilla.
De manera alternativa, puedes confeccionar un hocico con tus propias manos. Sólo necesitas un poco de plástico o fieltro con forma circular o triangular. Seguidamente, cose o pega a cada lado tres flecos horizontales que compondrán los bigotes.
Eso es todo, ahora utiliza un cordel para fijar el hocico al rostro de tu pequeño, y listo… ¡Todo un rey de la selva!
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