Había una vez un ratón campesino cuyo amigo era otro miembro de la corte al que en una ocasión invitó a comer a la campiña. Este solo lo podía ofrecer trigos y yerbajos por lo que su amigo el cortesano le dijo:
– Esta vida que llevas es como la de una hormiga, mientras que tengo muchísimos bienes. ¿Por qué no vienes conmigo y tomas todo lo que quieras?
Los dos ratones fueron camino a la corte y al llegar el cortesano le mostró miles de delicias a su amigo, higos, trigo, legumbres, queso, miel y frutas.
El ratón campesino al ver tanta comida bendecía una y otra vez a su amigo y maldecía su pobre vida. Cuando ya estaban preparados para comer, entró un hombre y los dos ratones muy asustados corrieron sin parar hacia el agujero para esconderse.
Pasado un rato regresaron en busca de higos secos y nuevamente otra persona llegó al lugar provocando gran temor en los pequeños roedores que volvieron a la rendija con mucho temor. Después de esto el ratón campesino le dijo a su amigo suspirando y dejando a un lado su hambre:
– Me marcho, adiós amigo mío, es verdad que tienes mucha comida y muy deliciosa; pero son tantos los peligros que tienes que afrontar para poder comerla. Sin embargo, yo podré vivir como una hormiga y solo comer cebada y trigo pero sin temor alguno.
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Me gusta mucho
es muy bueno ese cuento
Estos cuentos son muy entretenidos y mucha imaginación.
Le doy un 1000 de calificación.
Muy buenos e instructivos cuentos, todas las noches les leo algunos a mi hijo.
Si es verdad son buenos todos los cuentos
Felicidades, todos los cuentos al final son aprendizajes para los peques, me gusta leerle todas las noches a mis hijos.
Que bueno es esto para mi hijo